EL ATAQUE DEL CENTRO EXPERIMENTAL DE ALLPACHAKA.( AYACUCHO)
Marté Sánchez Vilagómez
La primera incursión
Allpachaka, es el centro
experimental de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga
(UNSCH), fue creado en el año 1965 en el fundo comprado a la Familia
Capelletti con una extensión territorial de 1,588 hectáreas, este fundo
se encuentra ubicado al sur de la capital ayacuchana, a 72 kilómetros de
distancia. Allpachaka fue un centro dedicado a la investigación y al
trabajo de extensión agraria. Este centro experimental fue creado
durante la gestión administrativa de Efraín Morote Best, en su calidad
de rector de la UNSCH; también es bueno agregar que Allpachaka fue
duramente criticado por la facción que lideraba Abimael Guzmán Reynoso.
En el año de 1968 este último asume la administración de la universidad;
durante la década del 70’ el grupo dirigido por Guzmán criticó
fuertemente al centro experimental, acusándolo de que “...no estaba
funcionando como centro educativo porque los estudiantes visitaban muy
brevemente el centro y no se involucraban en actividades concretas; no
estaban haciendo esfuerzos serios por difundir el conocimiento y la
investigación en las comunidades circundantes” (Smith, 1992, Pág. 77),
por su parte Díaz Martínez, a través de su libro Ayacucho: hambre y
esperanza, había acusado a Allpachaka de dirigirse al capitalismo por el
camino Prusiano; es decir, acusó a Allpachaka de estar convirtiéndose
en un sistema tipo Junker y que ello estaba convirtiendo al centro
experimental en un enclave imperialista
Estas críticas que hizo la
facción de Abimael Guzmán tomaban como punto de partida para sus
afirmaciones el hecho de que Allpachaka contase con financiamiento y
asistencia técnica de la Swiss Technical Cooperatión (cooperación
técnica suiza), del World University Service (Servicio mundial
universitario), del Gobierno Holandes, de la Organización de Estados
Americanos (OEA) y del Inter-American Institute of Andean Crops
(instituto interamericano de cultivos andinos).
Para Víctor Vich (2002) Allpachaka fue vista desde la ideología
senderista como el símbolo de una ‘modernidad dependiente’ y como el
ejemplo más claro de una ‘modernización que no beneficiaba al desarrollo
regional’. Personalmente creo que Allpachaka generó la misma
expectativa que el proyecto Vicos (departamento de Ancash) financiado
por la Universidad de Cornell; Lo que quiero decir es que, Allpachaka
aceleró, en la región, el ritmo al proceso de diferenciación campesina
que se venía produciendo en el campo peruano en general como producto de
las movilizaciones campesinas de las décadas del 60’ y 70’ y de la
reforma agraria emprendida por el gobierno militar del General Velasco
Alvarado, creo que no son las únicas causas del proceso de
diferenciación campesina pero si las más importantes del mismo.
Recordemos lo que dice un autor
refiriéndose al centro experimental “Para 1970, un mercado dominical
estaba funcionando en Allpachaka. Los trabajadores se convirtieron en
comerciantes, comprando los productos locales y vendiendo bienes de
consumo urbanos a los campesinos, sirviendo como intermediarios entre el
campo y el mercado de Huamanga. Hacia fines de los años 70, los
trabajadores de Allpachaka tenían ingresos en promedio seis o siete
veces mayor a los de los campesinos de la comunidades circundantes”
(Smith, 1992, Pág. 80).
Con todos estos “precedentes”
se puede entender - pero no justificar y menos compartir – por qué
Sendero Luminoso no vio con buenos ojos al centro experimental de
Allpachaka, por ello es que el 3 de agosto de 1982 incursionaron en el
referido centro experimental; era la primera vez que Sendero atacaba a
un centro universitario dedicado a la investigación agraria. Por su lado
DESCO consignó el caso de la siguiente manera “Más de un centenar de
individuos armados asaltan la hacienda Allpachaka...a partir de las 5 de
la mañana, durante 4 horas, los atacantes ocupan este gran centro
experimental, después de reducir a obreros y empleados, dejan cuantiosas
perdidas: incendian establos, matan 4 toros reproductores y 25 vacas
lecheras, y destruyen depósitos” (Desco, 1990, Pág. 85-86).
Respecto a este primer ataque
se ha dicho mucho, autores como Degregori y López Ricci (1990), Smith
(1992) y recientemente Vich (2002); este último sobre la base
testimonial del trabajo de Degregori y López Ricci. Todos ellos resaltan
el hecho de que las mujeres campesinas de Allpachaka detuvieron la
matanza de animales con su llanto, incluso pidiendo su propia muerte.
Esto habría sido, en términos de Vich, ‘una especie de discontinuidad
entre lo simbólico y lo real’ que terminó ‘reconectando’ a los
militantes senderistas con su origen campesino, el llanto de las mujeres
campesinas habría sido el causante de este “recapacitar” senderistas.
Lo que parece olvidar Vich es
que la mayoría de la población que acompañó a Sendero Luminoso a
Allpachaka no lo hizo por propia voluntad; es decir, la mayor parte de
ellos eran sólo campesinos y no militantes sederistas y/o ‘camaradas’;
por ende olvida que los comuneros llevados aquella vez hacia Allpachaka
eran ‘campesinos rebeldes’ como él supone sino más bien eran campesinos
obligados que fueron llevados contra su voluntad en la referida
intervención senderista; es decir, no eran militantes altamente
ideologizados sino por el contrario eran campesinos completamente
aterrorizados, eran la ‘masa cautiva’ conducida por la línea justa y
correcta del partido.
Prueba de ello es lo que nos
dice Smith, para quien el ganado aniquilado durante la intervención
senderista en Allpachaka no excedía de 22 animales, para Desco fueron 29
los animales aniquilados en total; mientras que para Vich, Degregori y
Lopez Ricci - utilizando el testimonio de Nicario - habrían sido
alrededor de 80 los animales aniquilados, es decir, la cuarta parte del
total del ganado existente en el Centro experimental ‘Ya habíamos matado
como la cuarta parte, como ochenta ganados’ las diferencias
cuantitativas son claras; sin embargo, ello no le quita violencia
extrema al acto y menos tiene la intención de minimizarla, sólo pretende
ubicarla en su real dimensión cuantitativa.
Un dato adicional, que es bueno traer a colocación, es que el
ganado que no se aniquiló fue repartido entre los campesinos que habían
“participado” de la intervención en Allpachaka; es decir, “los
guerrilleros distribuyeron el ganado restante entre los campesinos,
quienes lo aceptaron con la intención de devolvérselo a la universidad;
sin embargo, más tarde cuando llegó la policía y comenzó a registrar las
comunidades vecinas, arrestaron a aquellos campesinos que tenían [el]
ganado y los llevaron a Lima. La universidad tuvo que interceder para
sacarlos de la cárcel” (Smith, 1992, Pág. 84). Como podemos ver, esta
cita evidencia que mayoritariamente el campesinado participante en el
ataque a Allpachaka fue obligado a intervenir en el mismo, aquellos
campesinos habían sido traídos de comunidades vecinas al centro
experimental y que ellos no tenían la mínima intención de quedarse con
el ganado “obsequiado” por los mandos senderistas de esta acción y por
último, las autoridades de la UNSCH eran conscientes de aquella
situación, por ello intervinieron en la gestión para liberar a los
campesinos trasladados y encarcelados en la ciudad de Lima como
sospechosos del atentado a las instalaciones de Allpachaka.
Lo cierto es que los daños
provocados en Allpachaka se calcularon en un aproximado de $2.2 millones
de Dollares “Los guerrilleros dinamitaron y quemaron las instalaciones,
destruyendo documentos y archivos de investigación. Quemaron dos
tractores y destruyeron bancos de semillas, acabando con 2,000 muestras
acumuladas durante 16 años de investigación” (Smith, 1992, Pág. 84).
Dentro de toda la destrucción generada por Sendero en Allpachaka lo
interesante es que el centro educativo bilingüe no fue destruido, quedó
como mudo testigo de la barbarie senderista.
Sendero Luminoso,
posteriormente, realizó una explicación a la comunidad universitaria
huamanguina del por qué tomaron la decisión de atacar Allpachaka y a la
vez aprovechó para darles un plazo de tres meses a las autoridades
pertinentes de la universidad para que Allpachaka pueda ‘cambiar sus
hábitos’ y que ello se plasme en resultados positivos que favorezcan a
los sectores campesinos de la zona. El plazo se cumplió para realizar
los cambios exigidos por los senderista, estos no se realizaron o no
colmaron las exigencias de Sendero Luminoso; es por esta razón que el 16
de noviembre de 1982 volvieron a atacar Allpachaka; esta vez trajeron
con ellos una cantidad superior de campesinos obligados, la ‘masa
cautiva’ no tenía voluntad, seguía las imposiciones - ordenes - del
partido; los campesinos presentes esta vez en Allpachaka bordeaban las
1,500 personas entre hombres, mujeres y niños.
La segunda incursión.
Esta segunda incursión senderista no ha sido tocada muchas veces por
los investigadores sociales o en el mejor de los casos lo han hecho de
forma muy superficial; por mi parte tocaré el tema desde la experiencia
vivida por los campesinos de Chuschi y Quispillaccta que participaron en
este segundo ataque - esa es la verdadera Razón de incluir el caso
Allpachaka en mi investigación; es decir porque las comunidades que
estudio en este trabajo tuvieron alguna participación en el caso
Allpachaka.
La noticia sobre el segundo
ataque de Allpachaka se encuentra recopilado por Desco de la siguiente
manera “Entre 80 y 100 encapuchados, armados con metralletas, revólveres
y dinamita, asaltan nuevamente al fundo de Allpachaka, Cangallo.
Dinamitan e incendian la hacienda que pertenece a la universidad de
Huamanga. Asesinan a dos campesinos por traidores y soplones.” (Desco,
1989, Pág. 88).
Por su parte Smith registra
esta segunda incursión senderista a Allpachaka de la siguiente manera
“El 16 de noviembre, una columna senderista volvió y destruyó lo que
quedaba de las instalaciones, incluyendo la escuela bilingüe que no
habían destruido durante el primer ataque” (Smith, 1992, Pág. 86). Por
nuestra lado hemos consignado información referente al caso Allpachaka,
pero desde la perspectiva del rescate de la memoria del campesinado de
Chuschi y Quispillaccta. Es así que tenemos el testimonio de Olga,
quien nos cuenta como en su pueblo - Chuschi – Sendero Luminoso reunió a
la población días antes del ataque a Allpachaka con el fin de llevarlos
a este Centro experimental.
“Hubo una reunión, de allí
dijeron que estaban yendo a un trabajo, a toda la gente reunieron, a los
jóvenes escogieron y se los llevaron, en la tardecita se los llevaron,
sus mamas no querían soltarlos abrazados de sus hijos, pobrecitas las
señoras lloraban por sus hijos. Al tercer día nos hemos enterado que
habían asaltado el fundo de Allpachaka, para eso habían llevado.”
Como vemos la población del
distrito de Chuschi fue llevada por los senderistas a la incursión de
Allpachaka, Smith consigna esta información, pero únicamente se refiere a
la presencia de los comuneros de Quispillaccta, cosa que es
parcialmente cierto ya que otras comunidades del distrito de Chuschi
también fueron conducidas a la zona de Allpachaka. Él nos dice que “Esta
segunda vez, las comunidades vecinas tuvieron mucha cautela en
involucrarse y Sendero les tuvo desconfianza a las comunidades. La
orden era de destrucción y matanza total. Para reforzar su presencia,
Sendero Luminoso trajo a campesinos de comunidades tan lejanas como
Sarhua y Quispilllaccta, lo cual implica caminar durante dos o tres
días” (Smith, 1992, Pág.86-87).
Lo que debemos resaltar de este
segundo ataque a Allpachaka es su masividad, aproximadamente fueron
concentrados en Allpachaka alrededor de mil quinientas personas; sobre
este caso nos refiere Basilio que:
“Esa vez hubieron como mil o mil quinientas personas que
incursionaron, la gran mayoría comuneros de Quispillaccta, Chuschi,
Uchuyri, Cancha cancha, Chaccolla, Pomabamba y otras comunidades del
frente [hace referencia a la otra margen del río Pampas]; la gente entró
y saquearon todo, platos, ollas, herramientas de labranza y al ganado
con sus crías, todo; pero como las crías no aguantaban caminar tanto las
dejamos en algunos sitios que tapábamos con piedras, en casas
abandonadas se dejaban los becerritos” .
Por su parte Aurelio cuando se
le preguntó por el caso de Allpachaka, él nos comentó que:
“Los senderos habían llevado jóvenes de Chuschi, de Quispillaccta, de
Cancha cancha, de Chaccolla, Pomabamba; de todos habían llevado
gente...yo supe que obligaron a muchos jóvenes a ir y se trajeron
vacunos y otras tantas cosas más”.
En este segundo ataque a
Allpachaka Sendero tomó las precauciones que en la primera incursión al
centro experimental no había considerado; es decir, los senderistas
comunicaron a los campesinos participantes que se llevaran el ganado
para sus respectivas comunidades, que maten y coman el ganado para luego
enterrar los pellejos de los animales, así borrar toda evidencia que
pueda comprometerlos. Basilio recuerda ese hecho con las siguientes
palabras.
“El ganado tenía que morir y
enterrar el pellejo porque si no podrían ser descubiertos por futuras
rondas militares o policiales”.
Olga nos cuenta como fue este
reparto de ganado entre los campesinos que fueron llevados a Allpachaka,
ella nos narra el caso de los campesinos de la comunidad de Uchuyri que
durante la década del 80 fue anexo de la comunidad de Chuschi. Podemos
decir que lo sucedido en Uchuyri es el ejemplo de lo vivido en las
comunidades que participaron del saqueo en el segundo ataque al centro
experimental.
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“La gente de Uchuyri me
comentó, así de risa en risa, que ellos también fueron a Allpachaka ¡nos
hemos traído cinco, seis, diez toros grandes Browm Swis y nos hemos
matado! , ¡si, yo me he llevado una pierna, si yo me he quedado con la
cabeza nomás porque me ganaron! – así me comentaban los de Uchuyri;
entonces yo les pregunté ¿y todo han matado?, ¡claro hemos matado, si
nos encontraban nosotros íbamos a la cárcel, a la fuerza en una noche
matamos diez toros, nos hemos repartido a una pierna, un brazo; así nos
llevábamos, también matamos carneros merino y al día siguiente ya
estábamos comiendo! - así recordaban los comuneros de Uchuyri”.
En este segundo ataque también
saquearon el vino que se maceraba en Allpachaka, sobre este caso la
siguiente nota explica mejor lo sucedido, “También distribuyeron vino
tinto traído de la costa (o más probablemente sacado de los almacenes de
Allpachaka, ya que los viñedos de la estación experimental de
Huayllapampa añejaba su vino en Allpachaka)” (Isbell, 1988 citado en:
Smith 1992, pág. 86). Sobre este mismo hecho pero amanera de anécdota
nos contó un campesino de Quispillaccta el acontecimiento, Aurelio
recuerda que:
“Una vez, cerca de navidad, no me recuerdo bien la fecha; los cumpas
habían traído una camionada de vinos, de donde abran traído, graciosos
trajeron vino acá a Chuschi, a los dos pueblos repartieron [Chuschi y
Quispillaccta], todo el mundo gozaron de la bebida, borracho todo el
mundo festejando la fiesta de navidad por adelantado, así pues nos
hicieron nuestro regalo los cumpas”
Pero volvamos al tema de la
incursión de Allpachaka; dentro de todo este espectáculo de destrucción
Basilio nos contó algo sorprendente (recordemos que él era uno de los
niños de Quispillaccta que Sendero Luminoso venía formando en el
denominado grupo “los tigres” (Para mayor detalle ver el capítulo II);
Basilio y otros dos niños de Quispillaccta fueron “premiados” por su
destacado aprendizaje en la escuela de formación de futuros cuadros y
por ello los militantes senderistas los llevaron a presenciar una
incursión real, con el fin de que los futuros camaradas se vayan
curtiendo en la dura lucha de la revolución ya que en algún momento
futuro ellos formarían parte activa del proceso revolucionario. Con lo
dicho líneas arriba pasemos entonces a ver lo que nos narró Basilio con
respecto al caso Allpachaka; específicamente él nos habló de la retirada
del grupo que incursionó en el centro experimental y que fue dirigido
por los mandos senderistas; sobre todo Basilio recuerda a un mando
senderista en especial que era denominado como el camarada Rodolfo .
“Recuerdo que esa vez nos
estábamos volviendo de presenciar el ataque de Allpachaka, cuando de
pronto escuchamos una ráfaga de metralleta, eran cinco o seis personas
que nos venían siguiendo, venían con ropa de civil y con ponchos; en ese
momento los camaradas nos dijeron ‘chibolos escóndanse y traten de
llegar al pueblo más cercano’, nosotros asustados nos escondimos y vimos
que venían corriendo esos señores que nos perseguían; es ahí cuando
tuvimos la oportunidad de ver al ‘camarada Rodolfo’ agazaparse y con su
arma telescópica disparar a uno de los que nos seguían ¡Pum, lo hizo
saltar en el aire, de un balazo lo mató!, pero seguían persiguiéndonos
los otros y de nuevo agazapado el ‘camarada Rodolfo’ le disparó a un
segundo perseguidor ¡Pum!, lo volteó de un balazo’, bien certero era ese
Rodolfo; es en ese momento que los otros perseguidores emprenden la
retirada, en ese instante el camarada Rodolfo volvió con otros dos
camaradas a recoger los armamentos de los muertos”
Lo evidente es que el centro
experimental se convirtió, dentro de la lógica senderista, en un centro
de influencia externa, ya que Allpachaka había alterado el orden comunal
en la zona, como apunta Smith “...el hecho que la producción de quesos y
vino terminaba en las mesas de la clase media” o peor aún en palabras
de nuestro entrevistado Ernesto “el pueblo no probaba los quesos que
producía Allpachaka, Todos iban para Holanda”. Estas apreciaciones
hacían ver al centro experimental como un centro capitalista enclavado
en lo más profundo del ande, que obligaba a los campesinos a la
producción para el mercado; es decir, la política productiva que se
implantaba en Allpachaka era de corte netamente capitalista, lo que era
contraproducente con la política senderista que propugnaba desabastecer a
las ciudades a través de promover la producción para el autoconsumo del
campesinado, es este el momento en que Sendero toma las riendas de las
actividades agrícolas y su producción destinada para el autoconsumo;
sobre este tema Isbell tiene una critica interesante cuando apunta que
el campesinado de Chuschi se vio obligado a una producción colectiva la
cual no fue muy bien aceptada por los campesinos, con esto ella
demuestra que Sendero confundió el sistema agrícola andino o mejor dicho
lo idealizó “...[los] organizadores de la insurgencia habían acertado
en identificar los conflictos apropiados y los enemigos estereotipo que
debían escoger como blanco para conseguir el apoyo campesino. Pero
fracasaron al tratar de imponer una visión idealizada del sistema
comunitario que no tenía ninguna base en la realidad local. Estaban tan
mal informados como los planificadores de la reforma agraria de Velasco”
(Isbell, 1988 citado en: Smith 1992, pág 86).
Extracto de una parte de la tesis de Maestría que vengo preparando en Antropología andina
Marté Sánchez Vilagómez
La primera incursión
Allpachaka, es el centro
experimental de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga
(UNSCH), fue creado en el año 1965 en el fundo comprado a la Familia
Capelletti con una extensión territorial de 1,588 hectáreas, este fundo
se encuentra ubicado al sur de la capital ayacuchana, a 72 kilómetros de
distancia. Allpachaka fue un centro dedicado a la investigación y al
trabajo de extensión agraria. Este centro experimental fue creado
durante la gestión administrativa de Efraín Morote Best, en su calidad
de rector de la UNSCH; también es bueno agregar que Allpachaka fue
duramente criticado por la facción que lideraba Abimael Guzmán Reynoso.
En el año de 1968 este último asume la administración de la universidad;
durante la década del 70’ el grupo dirigido por Guzmán criticó
fuertemente al centro experimental, acusándolo de que “...no estaba
funcionando como centro educativo porque los estudiantes visitaban muy
brevemente el centro y no se involucraban en actividades concretas; no
estaban haciendo esfuerzos serios por difundir el conocimiento y la
investigación en las comunidades circundantes” (Smith, 1992, Pág. 77),
por su parte Díaz Martínez, a través de su libro Ayacucho: hambre y
esperanza, había acusado a Allpachaka de dirigirse al capitalismo por el
camino Prusiano; es decir, acusó a Allpachaka de estar convirtiéndose
en un sistema tipo Junker y que ello estaba convirtiendo al centro
experimental en un enclave imperialista
Estas críticas que hizo la
facción de Abimael Guzmán tomaban como punto de partida para sus
afirmaciones el hecho de que Allpachaka contase con financiamiento y
asistencia técnica de la Swiss Technical Cooperatión (cooperación
técnica suiza), del World University Service (Servicio mundial
universitario), del Gobierno Holandes, de la Organización de Estados
Americanos (OEA) y del Inter-American Institute of Andean Crops
(instituto interamericano de cultivos andinos).
Para Víctor Vich (2002) Allpachaka fue vista desde la ideología senderista como el símbolo de una ‘modernidad dependiente’ y como el ejemplo más claro de una ‘modernización que no beneficiaba al desarrollo regional’. Personalmente creo que Allpachaka generó la misma expectativa que el proyecto Vicos (departamento de Ancash) financiado por la Universidad de Cornell; Lo que quiero decir es que, Allpachaka aceleró, en la región, el ritmo al proceso de diferenciación campesina que se venía produciendo en el campo peruano en general como producto de las movilizaciones campesinas de las décadas del 60’ y 70’ y de la reforma agraria emprendida por el gobierno militar del General Velasco Alvarado, creo que no son las únicas causas del proceso de diferenciación campesina pero si las más importantes del mismo.
Para Víctor Vich (2002) Allpachaka fue vista desde la ideología senderista como el símbolo de una ‘modernidad dependiente’ y como el ejemplo más claro de una ‘modernización que no beneficiaba al desarrollo regional’. Personalmente creo que Allpachaka generó la misma expectativa que el proyecto Vicos (departamento de Ancash) financiado por la Universidad de Cornell; Lo que quiero decir es que, Allpachaka aceleró, en la región, el ritmo al proceso de diferenciación campesina que se venía produciendo en el campo peruano en general como producto de las movilizaciones campesinas de las décadas del 60’ y 70’ y de la reforma agraria emprendida por el gobierno militar del General Velasco Alvarado, creo que no son las únicas causas del proceso de diferenciación campesina pero si las más importantes del mismo.
Recordemos lo que dice un autor
refiriéndose al centro experimental “Para 1970, un mercado dominical
estaba funcionando en Allpachaka. Los trabajadores se convirtieron en
comerciantes, comprando los productos locales y vendiendo bienes de
consumo urbanos a los campesinos, sirviendo como intermediarios entre el
campo y el mercado de Huamanga. Hacia fines de los años 70, los
trabajadores de Allpachaka tenían ingresos en promedio seis o siete
veces mayor a los de los campesinos de la comunidades circundantes”
(Smith, 1992, Pág. 80).
Con todos estos “precedentes”
se puede entender - pero no justificar y menos compartir – por qué
Sendero Luminoso no vio con buenos ojos al centro experimental de
Allpachaka, por ello es que el 3 de agosto de 1982 incursionaron en el
referido centro experimental; era la primera vez que Sendero atacaba a
un centro universitario dedicado a la investigación agraria. Por su lado
DESCO consignó el caso de la siguiente manera “Más de un centenar de
individuos armados asaltan la hacienda Allpachaka...a partir de las 5 de
la mañana, durante 4 horas, los atacantes ocupan este gran centro
experimental, después de reducir a obreros y empleados, dejan cuantiosas
perdidas: incendian establos, matan 4 toros reproductores y 25 vacas
lecheras, y destruyen depósitos” (Desco, 1990, Pág. 85-86).
Respecto a este primer ataque
se ha dicho mucho, autores como Degregori y López Ricci (1990), Smith
(1992) y recientemente Vich (2002); este último sobre la base
testimonial del trabajo de Degregori y López Ricci. Todos ellos resaltan
el hecho de que las mujeres campesinas de Allpachaka detuvieron la
matanza de animales con su llanto, incluso pidiendo su propia muerte.
Esto habría sido, en términos de Vich, ‘una especie de discontinuidad
entre lo simbólico y lo real’ que terminó ‘reconectando’ a los
militantes senderistas con su origen campesino, el llanto de las mujeres
campesinas habría sido el causante de este “recapacitar” senderistas.
Lo que parece olvidar Vich es
que la mayoría de la población que acompañó a Sendero Luminoso a
Allpachaka no lo hizo por propia voluntad; es decir, la mayor parte de
ellos eran sólo campesinos y no militantes sederistas y/o ‘camaradas’;
por ende olvida que los comuneros llevados aquella vez hacia Allpachaka
eran ‘campesinos rebeldes’ como él supone sino más bien eran campesinos
obligados que fueron llevados contra su voluntad en la referida
intervención senderista; es decir, no eran militantes altamente
ideologizados sino por el contrario eran campesinos completamente
aterrorizados, eran la ‘masa cautiva’ conducida por la línea justa y
correcta del partido.
Prueba de ello es lo que nos
dice Smith, para quien el ganado aniquilado durante la intervención
senderista en Allpachaka no excedía de 22 animales, para Desco fueron 29
los animales aniquilados en total; mientras que para Vich, Degregori y
Lopez Ricci - utilizando el testimonio de Nicario - habrían sido
alrededor de 80 los animales aniquilados, es decir, la cuarta parte del
total del ganado existente en el Centro experimental ‘Ya habíamos matado
como la cuarta parte, como ochenta ganados’ las diferencias
cuantitativas son claras; sin embargo, ello no le quita violencia
extrema al acto y menos tiene la intención de minimizarla, sólo pretende
ubicarla en su real dimensión cuantitativa.
Un dato adicional, que es bueno traer a colocación, es que el ganado que no se aniquiló fue repartido entre los campesinos que habían “participado” de la intervención en Allpachaka; es decir, “los guerrilleros distribuyeron el ganado restante entre los campesinos, quienes lo aceptaron con la intención de devolvérselo a la universidad; sin embargo, más tarde cuando llegó la policía y comenzó a registrar las comunidades vecinas, arrestaron a aquellos campesinos que tenían [el] ganado y los llevaron a Lima. La universidad tuvo que interceder para sacarlos de la cárcel” (Smith, 1992, Pág. 84). Como podemos ver, esta cita evidencia que mayoritariamente el campesinado participante en el ataque a Allpachaka fue obligado a intervenir en el mismo, aquellos campesinos habían sido traídos de comunidades vecinas al centro experimental y que ellos no tenían la mínima intención de quedarse con el ganado “obsequiado” por los mandos senderistas de esta acción y por último, las autoridades de la UNSCH eran conscientes de aquella situación, por ello intervinieron en la gestión para liberar a los campesinos trasladados y encarcelados en la ciudad de Lima como sospechosos del atentado a las instalaciones de Allpachaka.
Un dato adicional, que es bueno traer a colocación, es que el ganado que no se aniquiló fue repartido entre los campesinos que habían “participado” de la intervención en Allpachaka; es decir, “los guerrilleros distribuyeron el ganado restante entre los campesinos, quienes lo aceptaron con la intención de devolvérselo a la universidad; sin embargo, más tarde cuando llegó la policía y comenzó a registrar las comunidades vecinas, arrestaron a aquellos campesinos que tenían [el] ganado y los llevaron a Lima. La universidad tuvo que interceder para sacarlos de la cárcel” (Smith, 1992, Pág. 84). Como podemos ver, esta cita evidencia que mayoritariamente el campesinado participante en el ataque a Allpachaka fue obligado a intervenir en el mismo, aquellos campesinos habían sido traídos de comunidades vecinas al centro experimental y que ellos no tenían la mínima intención de quedarse con el ganado “obsequiado” por los mandos senderistas de esta acción y por último, las autoridades de la UNSCH eran conscientes de aquella situación, por ello intervinieron en la gestión para liberar a los campesinos trasladados y encarcelados en la ciudad de Lima como sospechosos del atentado a las instalaciones de Allpachaka.
Lo cierto es que los daños
provocados en Allpachaka se calcularon en un aproximado de $2.2 millones
de Dollares “Los guerrilleros dinamitaron y quemaron las instalaciones,
destruyendo documentos y archivos de investigación. Quemaron dos
tractores y destruyeron bancos de semillas, acabando con 2,000 muestras
acumuladas durante 16 años de investigación” (Smith, 1992, Pág. 84).
Dentro de toda la destrucción generada por Sendero en Allpachaka lo
interesante es que el centro educativo bilingüe no fue destruido, quedó
como mudo testigo de la barbarie senderista.
Sendero Luminoso,
posteriormente, realizó una explicación a la comunidad universitaria
huamanguina del por qué tomaron la decisión de atacar Allpachaka y a la
vez aprovechó para darles un plazo de tres meses a las autoridades
pertinentes de la universidad para que Allpachaka pueda ‘cambiar sus
hábitos’ y que ello se plasme en resultados positivos que favorezcan a
los sectores campesinos de la zona. El plazo se cumplió para realizar
los cambios exigidos por los senderista, estos no se realizaron o no
colmaron las exigencias de Sendero Luminoso; es por esta razón que el 16
de noviembre de 1982 volvieron a atacar Allpachaka; esta vez trajeron
con ellos una cantidad superior de campesinos obligados, la ‘masa
cautiva’ no tenía voluntad, seguía las imposiciones - ordenes - del
partido; los campesinos presentes esta vez en Allpachaka bordeaban las
1,500 personas entre hombres, mujeres y niños.
La segunda incursión.
Esta segunda incursión senderista no ha sido tocada muchas veces por
los investigadores sociales o en el mejor de los casos lo han hecho de
forma muy superficial; por mi parte tocaré el tema desde la experiencia
vivida por los campesinos de Chuschi y Quispillaccta que participaron en
este segundo ataque - esa es la verdadera Razón de incluir el caso
Allpachaka en mi investigación; es decir porque las comunidades que
estudio en este trabajo tuvieron alguna participación en el caso
Allpachaka.
La noticia sobre el segundo
ataque de Allpachaka se encuentra recopilado por Desco de la siguiente
manera “Entre 80 y 100 encapuchados, armados con metralletas, revólveres
y dinamita, asaltan nuevamente al fundo de Allpachaka, Cangallo.
Dinamitan e incendian la hacienda que pertenece a la universidad de
Huamanga. Asesinan a dos campesinos por traidores y soplones.” (Desco,
1989, Pág. 88).
Por su parte Smith registra
esta segunda incursión senderista a Allpachaka de la siguiente manera
“El 16 de noviembre, una columna senderista volvió y destruyó lo que
quedaba de las instalaciones, incluyendo la escuela bilingüe que no
habían destruido durante el primer ataque” (Smith, 1992, Pág. 86). Por
nuestra lado hemos consignado información referente al caso Allpachaka,
pero desde la perspectiva del rescate de la memoria del campesinado de
Chuschi y Quispillaccta. Es así que tenemos el testimonio de Olga,
quien nos cuenta como en su pueblo - Chuschi – Sendero Luminoso reunió a
la población días antes del ataque a Allpachaka con el fin de llevarlos
a este Centro experimental.
“Hubo una reunión, de allí
dijeron que estaban yendo a un trabajo, a toda la gente reunieron, a los
jóvenes escogieron y se los llevaron, en la tardecita se los llevaron,
sus mamas no querían soltarlos abrazados de sus hijos, pobrecitas las
señoras lloraban por sus hijos. Al tercer día nos hemos enterado que
habían asaltado el fundo de Allpachaka, para eso habían llevado.”
Como vemos la población del
distrito de Chuschi fue llevada por los senderistas a la incursión de
Allpachaka, Smith consigna esta información, pero únicamente se refiere a
la presencia de los comuneros de Quispillaccta, cosa que es
parcialmente cierto ya que otras comunidades del distrito de Chuschi
también fueron conducidas a la zona de Allpachaka. Él nos dice que “Esta
segunda vez, las comunidades vecinas tuvieron mucha cautela en
involucrarse y Sendero les tuvo desconfianza a las comunidades. La
orden era de destrucción y matanza total. Para reforzar su presencia,
Sendero Luminoso trajo a campesinos de comunidades tan lejanas como
Sarhua y Quispilllaccta, lo cual implica caminar durante dos o tres
días” (Smith, 1992, Pág.86-87).
Lo que debemos resaltar de este
segundo ataque a Allpachaka es su masividad, aproximadamente fueron
concentrados en Allpachaka alrededor de mil quinientas personas; sobre
este caso nos refiere Basilio que:
“Esa vez hubieron como mil o mil quinientas personas que incursionaron, la gran mayoría comuneros de Quispillaccta, Chuschi, Uchuyri, Cancha cancha, Chaccolla, Pomabamba y otras comunidades del frente [hace referencia a la otra margen del río Pampas]; la gente entró y saquearon todo, platos, ollas, herramientas de labranza y al ganado con sus crías, todo; pero como las crías no aguantaban caminar tanto las dejamos en algunos sitios que tapábamos con piedras, en casas abandonadas se dejaban los becerritos” .
“Esa vez hubieron como mil o mil quinientas personas que incursionaron, la gran mayoría comuneros de Quispillaccta, Chuschi, Uchuyri, Cancha cancha, Chaccolla, Pomabamba y otras comunidades del frente [hace referencia a la otra margen del río Pampas]; la gente entró y saquearon todo, platos, ollas, herramientas de labranza y al ganado con sus crías, todo; pero como las crías no aguantaban caminar tanto las dejamos en algunos sitios que tapábamos con piedras, en casas abandonadas se dejaban los becerritos” .
Por su parte Aurelio cuando se
le preguntó por el caso de Allpachaka, él nos comentó que:
“Los senderos habían llevado jóvenes de Chuschi, de Quispillaccta, de
Cancha cancha, de Chaccolla, Pomabamba; de todos habían llevado
gente...yo supe que obligaron a muchos jóvenes a ir y se trajeron
vacunos y otras tantas cosas más”.
En este segundo ataque a
Allpachaka Sendero tomó las precauciones que en la primera incursión al
centro experimental no había considerado; es decir, los senderistas
comunicaron a los campesinos participantes que se llevaran el ganado
para sus respectivas comunidades, que maten y coman el ganado para luego
enterrar los pellejos de los animales, así borrar toda evidencia que
pueda comprometerlos. Basilio recuerda ese hecho con las siguientes
palabras.
“El ganado tenía que morir y
enterrar el pellejo porque si no podrían ser descubiertos por futuras
rondas militares o policiales”.
Olga nos cuenta como fue este
reparto de ganado entre los campesinos que fueron llevados a Allpachaka,
ella nos narra el caso de los campesinos de la comunidad de Uchuyri que
durante la década del 80 fue anexo de la comunidad de Chuschi. Podemos
decir que lo sucedido en Uchuyri es el ejemplo de lo vivido en las
comunidades que participaron del saqueo en el segundo ataque al centro
experimental.
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“La gente de Uchuyri me
comentó, así de risa en risa, que ellos también fueron a Allpachaka ¡nos
hemos traído cinco, seis, diez toros grandes Browm Swis y nos hemos
matado! , ¡si, yo me he llevado una pierna, si yo me he quedado con la
cabeza nomás porque me ganaron! – así me comentaban los de Uchuyri;
entonces yo les pregunté ¿y todo han matado?, ¡claro hemos matado, si
nos encontraban nosotros íbamos a la cárcel, a la fuerza en una noche
matamos diez toros, nos hemos repartido a una pierna, un brazo; así nos
llevábamos, también matamos carneros merino y al día siguiente ya
estábamos comiendo! - así recordaban los comuneros de Uchuyri”.
En este segundo ataque también
saquearon el vino que se maceraba en Allpachaka, sobre este caso la
siguiente nota explica mejor lo sucedido, “También distribuyeron vino
tinto traído de la costa (o más probablemente sacado de los almacenes de
Allpachaka, ya que los viñedos de la estación experimental de
Huayllapampa añejaba su vino en Allpachaka)” (Isbell, 1988 citado en:
Smith 1992, pág. 86). Sobre este mismo hecho pero amanera de anécdota
nos contó un campesino de Quispillaccta el acontecimiento, Aurelio
recuerda que:
“Una vez, cerca de navidad, no me recuerdo bien la fecha; los cumpas habían traído una camionada de vinos, de donde abran traído, graciosos trajeron vino acá a Chuschi, a los dos pueblos repartieron [Chuschi y Quispillaccta], todo el mundo gozaron de la bebida, borracho todo el mundo festejando la fiesta de navidad por adelantado, así pues nos hicieron nuestro regalo los cumpas”
“Una vez, cerca de navidad, no me recuerdo bien la fecha; los cumpas habían traído una camionada de vinos, de donde abran traído, graciosos trajeron vino acá a Chuschi, a los dos pueblos repartieron [Chuschi y Quispillaccta], todo el mundo gozaron de la bebida, borracho todo el mundo festejando la fiesta de navidad por adelantado, así pues nos hicieron nuestro regalo los cumpas”
Pero volvamos al tema de la
incursión de Allpachaka; dentro de todo este espectáculo de destrucción
Basilio nos contó algo sorprendente (recordemos que él era uno de los
niños de Quispillaccta que Sendero Luminoso venía formando en el
denominado grupo “los tigres” (Para mayor detalle ver el capítulo II);
Basilio y otros dos niños de Quispillaccta fueron “premiados” por su
destacado aprendizaje en la escuela de formación de futuros cuadros y
por ello los militantes senderistas los llevaron a presenciar una
incursión real, con el fin de que los futuros camaradas se vayan
curtiendo en la dura lucha de la revolución ya que en algún momento
futuro ellos formarían parte activa del proceso revolucionario. Con lo
dicho líneas arriba pasemos entonces a ver lo que nos narró Basilio con
respecto al caso Allpachaka; específicamente él nos habló de la retirada
del grupo que incursionó en el centro experimental y que fue dirigido
por los mandos senderistas; sobre todo Basilio recuerda a un mando
senderista en especial que era denominado como el camarada Rodolfo .
“Recuerdo que esa vez nos
estábamos volviendo de presenciar el ataque de Allpachaka, cuando de
pronto escuchamos una ráfaga de metralleta, eran cinco o seis personas
que nos venían siguiendo, venían con ropa de civil y con ponchos; en ese
momento los camaradas nos dijeron ‘chibolos escóndanse y traten de
llegar al pueblo más cercano’, nosotros asustados nos escondimos y vimos
que venían corriendo esos señores que nos perseguían; es ahí cuando
tuvimos la oportunidad de ver al ‘camarada Rodolfo’ agazaparse y con su
arma telescópica disparar a uno de los que nos seguían ¡Pum, lo hizo
saltar en el aire, de un balazo lo mató!, pero seguían persiguiéndonos
los otros y de nuevo agazapado el ‘camarada Rodolfo’ le disparó a un
segundo perseguidor ¡Pum!, lo volteó de un balazo’, bien certero era ese
Rodolfo; es en ese momento que los otros perseguidores emprenden la
retirada, en ese instante el camarada Rodolfo volvió con otros dos
camaradas a recoger los armamentos de los muertos”
Lo evidente es que el centro
experimental se convirtió, dentro de la lógica senderista, en un centro
de influencia externa, ya que Allpachaka había alterado el orden comunal
en la zona, como apunta Smith “...el hecho que la producción de quesos y
vino terminaba en las mesas de la clase media” o peor aún en palabras
de nuestro entrevistado Ernesto “el pueblo no probaba los quesos que
producía Allpachaka, Todos iban para Holanda”. Estas apreciaciones
hacían ver al centro experimental como un centro capitalista enclavado
en lo más profundo del ande, que obligaba a los campesinos a la
producción para el mercado; es decir, la política productiva que se
implantaba en Allpachaka era de corte netamente capitalista, lo que era
contraproducente con la política senderista que propugnaba desabastecer a
las ciudades a través de promover la producción para el autoconsumo del
campesinado, es este el momento en que Sendero toma las riendas de las
actividades agrícolas y su producción destinada para el autoconsumo;
sobre este tema Isbell tiene una critica interesante cuando apunta que
el campesinado de Chuschi se vio obligado a una producción colectiva la
cual no fue muy bien aceptada por los campesinos, con esto ella
demuestra que Sendero confundió el sistema agrícola andino o mejor dicho
lo idealizó “...[los] organizadores de la insurgencia habían acertado
en identificar los conflictos apropiados y los enemigos estereotipo que
debían escoger como blanco para conseguir el apoyo campesino. Pero
fracasaron al tratar de imponer una visión idealizada del sistema
comunitario que no tenía ninguna base en la realidad local. Estaban tan
mal informados como los planificadores de la reforma agraria de Velasco”
(Isbell, 1988 citado en: Smith 1992, pág 86).